sábado, abril 20, 2024
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El administrador concursal y sus funciones

Una de las fases más importantes en un procedimiento concursal es la del nombramiento del administrador concursal. Pero, ¿qué es un administrador concursal?, ¿qué hace y cómo se le nombra?. En este artículo, se responde a todas estas dudas. 

¿Qué es un administrador concursal?

El administrador concursal es un profesional que nombra el juez y que tiene la función de analizar la situación de la empresa concursada y gestionarla para que continúe con su actividad, si es posible. 

Por lo general, un administrador concursal suele ser un abogado o un economista con experiencia y formación específicas en concursos de acreedores. Estos profesionales se inscriben en un registro especial al que acceden por sus propios méritos. 

¿Quién no puede ser administrador concursal?

El artículo 64 de la Ley Concursal regula una serie de casos en los que no se puede ser administrador concursal. En concreto, se establece que no podrán ser nombrados administradores concursales quienes no pueden ser administradores de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada, quienes hayan prestado servicios profesionales al deudor o a personas relacionadas con este durante los últimos tres años y quienes se encuentren en alguna de las situaciones de incompatibilidad reguladas en la legislación sobre auditoría de cuentas. 

¿Qué hace el administrador concursal?

El administrador concursal realiza diversas funciones, pero todas tienen dos objetivos fundamentales: el pago de la deuda a los acreedores y la continuidad de la empresa, siempre que sea posible

Entre las funciones del administrador concursal, destaca la elaboración de un informe sobre la situación de la empresa, que requiere la colaboración de la empresa y cuyo objetivo es saber cómo ha llegado la compañía a la situación de insolvencia. El contenido del informe es el siguiente: análisis de la contabilidad y el estado financiero de la empresa; elaboración del inventario de los activos y pasivos; confección del listado de los acreedores, las cantidades que se les deben a cada uno y el tipo de crédito (ordinario, privilegiado etc.); propuesta de convenio o de liquidación; análisis de las decisiones tomadas por la empresa en concurso con anterioridad a dicho concurso, para determinar si es fortuito o culpable; y la memoria de las decisiones tomadas por el administrador concursal. 

Otra de las funciones más destacadas del administrador concursal consiste en realizar todas las acciones para que la actividad de la empresa continúe de forma que se pueda pagar a los empleados y a los proveedores

Dentro de esta acción se incluyen otras como la firma de contratos y acuerdos (mercantiles, laborales y de otros tipos) que requiera la actividad de la empresa; el cumplimiento de las obligaciones contables, fiscales y laborales de la compañía, el cual supone la presentación de impuestos y el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social, entre otras obligaciones; y la convocatoria de juntas de socios o accionistas y la participación en las mismas. 

¿Quién nombra a un administrador concursal?

El administrador concursal es nombrado por el juez y deberá aceptar su cargo compareciendo ante el juzgado en un plazo de cinco días. 

Para que se pueda realizar el nombramiento del administrador, se deben dar una serie de circunstancias: que el profesional tenga un seguro de responsabilidad civil y que acepte el cargo.

Una empresa u otra persona jurídica también puede ser administrador concursal, pero se tendrá que nombrar a la persona física que se encargue de ejercer las tareas de la administración concursal. 

En algunos casos, la administración concursal puede ser colegiada, es decir, que puede estar compuesta por varias personas, sobre todo en casos de concursos de acreedores complicados o en los que la empresa tiene sedes en varios lugares distantes.  

Un administrador concursal tiene la importante función de lograr que la empresa supere sus dificultades económicas y continúe su actividad. Para conseguir esta meta, es fundamental que todas las personas implicadas en el concurso (empresa concursada, acreedores y juzgado, entre otros) colaboren y aporten la documentación que precise el administrador concursal. 

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