Distintas culturas a través de la historia han otorgado un valor simbólico y trascendente a los tótems, pilones o pilares, son objetos artísticos de gran belleza.
En este sentido, algunos pueblos indígenas los consideran como símbolos protectores, mientras que otros los usan para representar conexiones con animales, plantes o antepasados.
A su vez, la cultura totémica refiere al sistema de creencias y prácticas relacionadas con estos objetos. Actualmente, una de las artistas que mejor representa este tipo de expresiones artísticas es Pilar Almagro. Comenzó a crear tótems tras un momento de quiebre en su vida. Desde entonces, ha realizado múltiples y singulares exposiciones.
Pilar Almagro y sus obras
Esta artista enfrentó la muerte de su madre y de su nieta. Los eslabones que unen a las personas a sus antepasados y a las generaciones futuras se rompieron a la vez. Esta experiencia la impulsó a crear tótems. Para ello, Pilar Almagro rescata maderas antiguas y puertas y ventanas centenarias para darles una nueva vida. De esta manera, plasma en los tótems reflexiones e inquietudes existenciales acerca de temas como la vida y la muerte, la vulnerabilidad, la cuaternidad “el eterno retorno” y la maternidad, entre otros. Sus referentes filosóficos son Nietzstche, Anaximandro, Sócrates, Heidegger, Adrián Escudero, Merleau Ponty y Gabás.
Pilar Almagro considera que los humanos son herederos y, al mismo tiempo, “estirpe creadora”. En este sentido, sus tótems tienen una arcana fuerza que irradia protección y cuidado. Esta interpretación está en sintonía con el papel que la cultura totémica ha tenido y tiene en distintas civilizaciones. Actualmente, estos objetos continúan representando la conexión entre los seres humanos, la naturaleza y el tiempo. Sin embargo, los tótems han evolucionado porque escultores como Pilar Almagro han incorporado en ellos la libertad creadora, que según explica esta artista es “una nueva fórmula de colaboración del humano con la creación”.
Las obras de Pilar Almagro han podido apreciarse en distintos espacios monumentales, cívicos y naturales. Es de destacar la Iglesia Románica del s. XI de Sant Jaume de Frontayà en Barcelona, donde en noviembre de 2022 tuvo lugar la exposición Sobre la muerte de mi madre, integrada por 17 tótems. También ha realizado varias exposiciones itinerantes, no solo en espacios urbanos, sino en plena naturaleza, ríos, lagos, carenas de montaña y glaciares. En estos momentos, se está preparando una exposición en un espacio industrial de Bogotá.
Origen y evolución de los tótems
Estos objetos místicos y artísticos fueron creados en distintas culturas de Norteamérica, Australia o África miles de años atrás. En principio, eran simples pinturas o grabados en roca que representaban animales, plantas o antepasados. Pero, con el tiempo, fueron evolucionando para convertirse en tallas de madera o de piedra. Además, en las culturas indígenas originarias, los tótems eran vistos como símbolos sagrados que ofrecía protección y, por lo tanto, eran un elemento central en estas civilizaciones.
Hoy en día, los tótems, creados por escultores como Pilar Almagro, son piezas de arte bellísimas que han incorporado nuevas ideas fuerza plenamente contemporáneas. Según expresa esta artista, la cultura totémica “es una parte valiosa de la herencia cultural humana y revivirla significa ampliar nuestra andadura en el universo que nos ha tocado vivir”.